El escudo de armas
Fue
otorgado a la "muy noble y leal" ciudad de Santa Cruz de
la Sierra, por el Rey de España Felipe IV, mediante
Cédula Real, expedida en Madrid el 7 de noviembre de
1636. La Cédula fue entregada a don Juan Pizarro, que se
desempeñaba como Procurador General de nuestra ciudad
ante la Corte Española. La recibió en esta tierra, a
principios del año 1638, el Gobernador don Cristóbal de
Sandoval y Rojas.
Los elementos
constitutivos del Escudo Cruceño tienen la siguiente
significación:
" El castillo y
el león, signos de la monarquía; la corona ducal otorga
a la ciudad un elevado rango; la cruz central, símbolo
de la religión cristiana; las dos cruces más pequeñas,
casi superpuestas, simbolizan la fusión de la vieja
Santa Cruz de la Sierra, fundada por el Cap. Ñuflo de
Chaves, y San Lorenzo el Real, pueblo donde se asentó
definitivamente nuestra ciudad capital; las palmeras y
el árbol ventrudo, llamado toborochi, pueden
considerarse como símbolo de la hospitalidad del
cruceño, pues los indígenas solían refugiarse en los
troncos huecos del toborochi" (versión del Dr. Plácido
Molina Mostajo, incluida en su libro "Páginas
Históricas").
Por Decreto
Prefectural Nº 11/85 de 23 de abril de 1985, el Gobierno
Departamental aprobó, en todos sus términos, una
trascendente Resolución del IV Congreso Cívico de la
Cruceñidad, mediante la cual se adoptó el Escudo de la
ciudad de Santa Cruz como símbolo y emblema de todo el
Departamento. Dicho Decreto fue suscrito por el entonces
Prefecto de Santa Cruz, Lic. Freddy Landívar Arauz, y el
Secretario de la Prefectura, Dr. Remberto Ulloa
Sandoval.
La
Bandera Cruceña
La
Bandera Cruceña representa e identifica a nuestra tierra
y a sus habitantes.
Mediante
Decreto Prefectural, de 24 de Julio de 1864, fue creada
nuestra enseña departamental, constituida por tres
franjas horizontales del mismo ancho; verdes la superior
e inferior, y blanca la del centro. El Dr. Tristán Roca,
a la sazón prefecto de Santa Cruz y artífice de la
creación de este admirado símbolo de la cruceñidad,
dictó el mencionado decreto.
El color
verde de la Bandera Cruceña simboliza el verdor de las
selvas, llanuras y montañas de nuestra tierra, así como
la viva esperanza en un futuro mejor.
El blanco
representa la pureza de nuestros valores comunitarios,
la hidalguía y nobleza del pueblo cruceño, su
patriotismo sin mancha y su proverbial sinceridad.
Tras
ignorarse durante mucho tiempo la existencia de la
Bandera Cruceña, el Comité pro Santa Cruz se informó de
su creación y presentó públicamente este emblema
regional el 11 de noviembre de 1980, en acto solemne
realizado en el patio de honor de la sede cívica. En esa
ceremonia izó oficialmente la Bandera Cruceña el Dr.
Rodolfo Roda Daza, en su calidad de presidente de la
institución cívica.
Poco antes
de la mencionada fecha fue izada nuestra enseña en forma
extraoficial, pero con el mismo fervor, por el Comité
Cívico de Puerto Suárez (presidencia del señor Adolfo
Rau Barba), en oportunidad de un movimiento
reivindicatorio de ese pueblo hermano.
Desde
aquel año flamea en el territorio cruceño, junto a la
Bandera Nacional, en las celebraciones cívicas e
históricas de Santa Cruz y del país, así como en otros
acontecimientos importantes de la región.
El 24 de
junio de 1981, el Directorio del Comité pro Santa Cruz,
presidido en esa gestión por el Dr. José Luis Camacho Parada, aprobó una
resolución, declarando el 24 de Julio Día de la Bandera
Cruceña
. Contribuyeron al rescate
de este símbolo el historiador Hernando Sanabria
Fernández, autor de la biografía completa de don Tristán
Roca, y el poeta Luis Darío Vázquez, que entonces
ocupaba la Secretaría General de nuestra institución
cívica.