domingo, 13 de noviembre de 2011

Tierra como mi Tierra de Tingo Vincenti

Este video es hermoso, la letra y la música hace que los cruceños amemos más a nuestra tierra, y más los que se han ido fuera de ella a otras ciudades o países. Disfruten este tema: 


Obtenido de: youtube.com

Mi Viejo Santa Cruz de Arminda Alba

Este vídeo es propio editado en Camtasia Studio. Con la música de Arminda Alma y las imágenes obtenidas de google. Espero que sea de su agrado...


Danzas Típicas

Taquirari
El Taquirari es el ritmo musical y el baile más característico de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, que juntos conforman el oriente boliviano. No se conoce con certeza su origen, pero existen testimonios de su presencia temprana en el siglo XIX, cuando, por ejemplo, el guerrillero cruceño Cañoto luchaba contra los españoles y tocaba en su guitarra melodías emparejadas con el trote del caballo. Puede relacionarse la aparición del Taquirari con el desarrollo de la cultura criolla del oriente. Se cree que su nombre proviene de la palabra moxeña takiríkire que significa flecha.
Para bailar Taquirari, la pareja debe estar frente a frente y con las manos agarradas, Los saltos son marcados por un ritmo movido, un poco menos que el carnavalito, y las variaciones a veces improvisadas por los músicos. El Taquirari tiene una clara influencia de los bailes indígenas de la región, caracterizados por su movimiento y alegría.
La vestimenta del camba está a tomo con el calor del trópico: camisa blanca, pantalón hasta el tobillo, sombrero de sao y pañoleta al cuello. La mujer viste el tradicional tipoy (vestido largo y sin mangas usado por las indígenas orientales) y tiene adornada la cabeza con flores coloridas de la región.
Pese a sus variaciones rítmicas, el Taquirari también es considerada la canción romántica del oriente, sobre todo, si se toma en cuenta sus letras casi siempre dirigidas a enamorar a la mujer o al varón. 


texto obtenido de:
http://www.redpizarra.org/SantaCruz/Danzas
vídeo obtenido de: www.youtube.com

viernes, 11 de noviembre de 2011

Simbolos de Santa Cruz

El escudo de armas
Fue otorgado a la "muy noble y leal" ciudad de Santa Cruz de la Sierra, por el Rey de España Felipe IV, mediante Cédula Real, expedida en Madrid el 7 de noviembre de 1636. La Cédula fue entregada a don Juan Pizarro, que se desempeñaba como Procurador General de nuestra ciudad ante la Corte Española. La recibió en esta tierra, a principios del año 1638, el Gobernador don Cristóbal de Sandoval y Rojas.
Los elementos constitutivos del Escudo Cruceño tienen la siguiente significación:
" El castillo y el león, signos de la monarquía; la corona ducal otorga a la ciudad un elevado rango; la cruz central, símbolo de la religión cristiana; las dos cruces más pequeñas, casi superpuestas, simbolizan la fusión de la vieja Santa Cruz de la Sierra, fundada por el Cap. Ñuflo de Chaves, y San Lorenzo el Real, pueblo donde se asentó definitivamente nuestra ciudad capital; las palmeras y el árbol ventrudo, llamado toborochi, pueden considerarse como símbolo de la hospitalidad del cruceño, pues los indígenas solían refugiarse en los troncos huecos del toborochi" (versión del Dr. Plácido Molina Mostajo, incluida en su libro "Páginas Históricas").

Por Decreto Prefectural Nº 11/85 de 23 de abril de 1985, el Gobierno Departamental aprobó, en todos sus términos, una trascendente Resolución del IV Congreso Cívico de la Cruceñidad, mediante la cual se adoptó el Escudo de la ciudad de Santa Cruz como símbolo y emblema de todo el Departamento. Dicho Decreto fue suscrito por el entonces Prefecto de Santa Cruz, Lic. Freddy Landívar Arauz, y el Secretario de la Prefectura, Dr. Remberto Ulloa Sandoval.


 La Bandera Cruceña
La Bandera Cruceña representa e identifica a nuestra tierra y a sus habitantes.
Mediante Decreto Prefectural, de 24 de Julio de 1864, fue creada nuestra enseña departamental, constituida por tres franjas horizontales del mismo ancho; verdes la superior e inferior, y blanca la del centro. El Dr. Tristán Roca, a la sazón prefecto de Santa Cruz y artífice de la creación de este admirado símbolo de la cruceñidad, dictó el mencionado decreto.
El color verde de la Bandera Cruceña simboliza el verdor de las selvas, llanuras y montañas de nuestra tierra, así como la viva esperanza en un futuro mejor.
El blanco representa la pureza de nuestros valores comunitarios, la hidalguía y nobleza del pueblo cruceño, su patriotismo sin mancha y su proverbial sinceridad.
Tras ignorarse durante mucho tiempo la existencia de la Bandera Cruceña, el Comité pro Santa Cruz se informó de su creación y presentó públicamente este emblema regional el 11 de noviembre de 1980, en acto solemne realizado en el patio de honor de la sede cívica. En esa ceremonia izó oficialmente la Bandera Cruceña el Dr. Rodolfo Roda Daza, en su calidad de presidente de la institución cívica.
Poco antes de la mencionada fecha fue izada nuestra enseña en forma extraoficial, pero con el mismo fervor, por el Comité Cívico de Puerto Suárez (presidencia del señor Adolfo Rau Barba), en oportunidad de un movimiento reivindicatorio de ese pueblo hermano.
Desde aquel año flamea en el territorio cruceño, junto a la Bandera Nacional, en las celebraciones cívicas e históricas de Santa Cruz y del país, así como en otros acontecimientos importantes de la región.

El 24 de junio de 1981, el Directorio del Comité pro Santa Cruz, presidido en esa gestión por el Dr. José Luis Camacho Parada, aprobó una resolución, declarando el 24 de Julio Día de la Bandera Cruceña . Contribuyeron al rescate de este símbolo el historiador Hernando Sanabria Fernández, autor de la biografía completa de don Tristán Roca, y el poeta Luis Darío Vázquez, que entonces ocupaba la Secretaría General de nuestra institución cívica.



Santa Cruz y sus 15 Provincias

En 1825, la Gobernación Intendencia de Santa Cruz de la Sierra, fue liberada del poder español y se convirtió en el departamento de Santa Cruz, compuesto por cinco partidos. Con la ley del 23 de enero de 1826, se organizó el nuevo país Bolivia y cada uno de sus departamentos.
El departamento de Santa Cruz quedó conformado con las siguientes provincias: Mojos, Chiquitos, Cordillera, Vallegrande y el Cercado. Este fue el territorio que Santa Cruz aportó a la recién formada Bolivia. Sin embargo en 1842, el presidente José Ballivián, decidió crear el Departamento de Beni, con el territorio de la provincia de Mojos, y así fue como se redujo el territorio cruceño.
Con el pasar del tiempo las cuatro provincias que quedaron fueron dividiéndose, y en la actualidad el departamento de Santa Cruz posee quince provincias.



  1.  Andrés Ibáñez
  2. Guarayos
  3. Cordillera
  4. German Bush
  5. Angel sandoval
  6. Velasco
  7. Ñuflo de Chávez
  8. Vallegrande
  9. Ichilo
  10. Sara
  11. Manuel Maria Caballero
  12. Chiquitos
  13. Warnes
  14. Florida
  15. Obispo Santisteban

Cuando esté en Santa Cruz, no deje de visitar estos lugares:


Catedral Metropolitana:
Destaca por sus bóvedas de madera que están cubiertas por bellos decorados pictóricos. Su historia está llena de avatares y se dice que fue edificada por el Mercedario Fray Diego de Porres, durante la administración del virrey Toledo. En 1839, el mariscal Andrés de Santa Cruz, ordenó la sustitución del viejo templo. Se encargó la misión al arquitecto francés Felipe Bestres. Edificada por el Mercedario Fray Diego de Porres, en tiempos del Virrey Toledo. En 1770, el Obispo Ramón de Herbosos reconstruyó la Iglesia, encomendando al sacristán mayor don Antonio Lombardo, la ejecución de las obras. En la época del Mariscal Andrés de Santa Cruz (1838), el viejo templo fue sustituido por una nueva iglesia de estilo ecléctico, proyectada por el arquitecto francés Felipe Bestres. Es notable por sus bóvedas con artistas construidas de madera y por la decoración pictórica que las cubre. En el altar mayor se conserva una parte del recubrimiento original de plata labrada de la misión jesuítica de San Pedro de Moxos. También aparecen cuatro relieves escultóricos que provienen de la misma misión.

Museo Catedrático de arte Sacro:
Esculturas, cuadros, platería y los objetos religiosos que utilizaron los jesuitas en sus misiones evangelizadoras, se exhiben en este museo, que es uno de los más vistosos y completos de toda Bolivia.
El museo de la Catedral ha resultado de una riqueza histórica, artística y material realmente impresionante. Es el mayor de toda la República, en cuanto a la existencia de obras de plata y sus vitrinas dan muestra de la altura a la que los artesanos de los siglos XVII y XVIII. Conserva la más antigua joya eclesiástica boliviana. La custodia que donó a la iglesia en 1603 un vecino notable. Parámetros litúrgicos y retratos antiguos completamementan el conjunto.

Vallegrande:
Es una ciudad que aún posee influencias de las líneas españolas en cuanto a la construcción de viviendas y vestimentas. Es aquí donde se realizan ventas de los distintos pobladores para su subsistencia con productos como: maíz blando y duro, trigo, empanizado (azúcar sin refinar que se vende en moldes de 12 libras de peso y que se utiliza para fabricar aguardientes), frutas, artículos de barro cocido, cueros, lazos, ovejas, chanchos y bueyes.
Los detalles de las construcciones de este pueblo son claros testimonios de la influencia ibérica. Aquí se realiza una feria a la que asisten pobladores de las comunidades vecinas.
Camiri
Esta región se caracteriza porlas napas de petróleo de su subsuelo (de donde el país pudo abastecerse de petróleo), calles anchas,casas simétricas de líneas simples y una gran plaza con coloridos monumentos.



Samaipata
Misteriosa e indescifrable, la roca tallada de Samaipata guarda sus secretos a los investigadores e estudiosos. En su superficie los antiguos habitantes del oriente boliviano tallaron animales y ranuras paralelas que apuntan al cielo.
La roca de Samaipata -de origen preincaico- tiene una longitud de 200 metros y un ancho de 60 metros. En la zona existe una serie de cuevas pintadas y una depresión llamada El Hueco, cuya función aún no ha podido ser explicada por los arqueólogos. Ya en Samaipata se ha instalado un museo que va reuniendo tesoros arqueológicos de gran valor.
Otra población que se caracteriza por su variedad de paisajes y que el turista puede visitar es la población de Warnes
Las Cabañas del Piraí:
En las riberas del río, expertas cocineras preparan los más exquisitos platos de la comida cruceña. Centro de esparcimiento y diversión, este recodo al oeste de la capital, ofrece una vista magnífica del Piraí y del verdor en el que está envuelta la Ciudad. Están ubicadas en el sector oeste de la capital, al final de la avenida Roca Coronado, donde se puede disfrutar de una vista natural y cálido sol. En las cabañas se ofrecen platos típicos cruceños y delicioso bocados. El río Piraí es para los cruceños el lugar preferido en los calurosos días de verano, cuya temperatura llega muchas veces a 40º C.

Lomas de Arena del el Palmar
Constituyen un producto de la ersión eólica sobre sedimentos arenosos o rocas arenosas pero consolidadas, según estudio realizado por un organismo competente que tomó como base la denominada "Loma Chivaón".




Los Espejillos
Es un bello centro turístico, que se halla situado a 40 kms. De la ciudad de Santa Cruz, en dirección al oeste sobre la carretera a Cochabamba. Actualmente, se van dando las condiciones necesarias, tanto en la vía caminera como en la infraestructura de tipo ambiental para brindar mayor comodidad a los miles de visitantes que semanalmente acuden a este lugar de recreacion

miércoles, 12 de octubre de 2011

A través de las calles del centro de la ciudad, Santa Cruz revive la Historia

Muchos de los nombres de las calles del Casco Viejo de Santa Cruz de la Sierra provienen de la época de la colonia, desde principios del siglo XIX. Algunos hacen referencia a los héroes de la gesta libertaria, otros a los departamentos del país e incluso hacen alusión a los antiguos propietarios o familias establecidas en la ciudad. Detrás de cada una de esas vías o arterias existe una historia que contar, aunque la mayoría de ellas no tengan relación entre sí mismas y con la región. Lo cierto es que las polvorientas y apacibles calles de antaño, hoy lucen enlosetadas y  modernas, pero inseguras.

Recorriendo la historia. Para conocer con precisión y objetividad, El Día consultó la obra del  investigador cruceño Ernesto Cascales, titulada “La historia a través de las calles de Santa Cruz”.
Como punto de partida, el escritor detalla que la plaza 24 de Septiembre, al igual que la calle del mismo nombre, ubicadas en el corazón  del Casco Viejo, refiere  aquel célebre 24 de septiembre de 1810 cuando estalla en Santa Cruz el movimiento independentista.
La calle Ayacucho, a principios del siglo XIX se llamaba De la Palma y se recuerda la batalla del 9 de diciembre de 1824, que definió la guerra de la Independencia en Ayacucho, Perú.
La calle Junín, llevaba el nombre del colegio y en 1888 se la conocía con el nombre que actualmente lleva. Se llama Junín en honor al nombre de la batalla de Junín librada el 6 de agosto de 1824.
La calle Libertad, a principios del siglo XIX esta arteria se llamaba calle La Comisaría y su nombre honra “la Libertad” de cada persona y de un pueblo.
La calle Sucre, era una arteria que se llamaba “De la Palma”. Su nombre hace honor al Mariscal Antonio José de Sucre, que fue el segundo presidente de Bolivia en 1825.
La  calle Bolívar, que se la conocía con el nombre “Del Colegio”, debe su nombre al General Simón Bolívar, Libertador de América, que se hizo cargo del Gobierno de Bolivia en 1825.
La calle René Moreno, que se la conocía con el nombre de Real o del Cabildo, es un reconocimiento al Príncipe de las Letras Bolivianas. La calle Independencia, que también se la conocía con el nombre “de la Comisaría”, es un homenaje a la independencia de la República de Bolivia, fundada el 6 de agosto de 1825, hoy Estado Plurinacional.

Fuente: www.eldia.com.bo

martes, 11 de octubre de 2011

Lugares Turísticos de Santa Cruz

Santa Cruz es uno de los departamentos más grandes de Bolivia, que ofrece a los amantes de la naturaleza, la aventura y la cultura, un impresionante campo geográfico de formas y paisajes dentro de los cuales sobresalen montañas, serranías, valles, llanuras, pantanos, ríos, lagunas, salinas, cañones, dunas, cuevas y cavernas. Tiene además una flora y fauna de incomparable belleza que se constituye en uno de los principales atractivos para quienes gustan del turismo aventura o el ecoturismo. Este departamento es parte de la amazona sudamericana.

las Misiones Jesuíticas: Patrimonio Cultural de la Humanidad
Como si se tratara de un museo que aún esta vivo, Santa Cruz tiene las más importante representación Jesuítica de América: Son las Misiones de Chiquitos, las que a pesar de sus años siguen siendo la "Casa de Dios" de los chiquitanos, pueblo que mantiene la cultura entre lo europeo y lo americano. Estas obras de arte permanecen vivas porque su pueblo se sigue concentrando en ellas.

Los Valles Cruceños:
Las ruinas de El Fuerte su atractivo
Son diversas poblaciones al oeste del departamento de Santa Cruz. Cada una con su atractivo turístico, en algunos casos concentrados en sus costumbres. Sin duda, las Ruinas de El Fuerte son el mayor atractivo de los turistas que llegan hasta esta zona. Sin embargo, hay otros lugares, como Vallegrande, que concentran la atracción de los visitantes propios y extraños.



Cotoca: Un santuario religioso
Se encuentra situada a sólo 20 kilómetros al este de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y unida a ésta por una carretera asfaltada y es el ingreso natural para ir a las misiones jesuíticas. Su fiesta patronal de cada año en honor a la Virgen de Cotoca, denominada también "Patrona del Oriente Boliviano", milagrosa imagen de la Virgen María que el pueblo venera cada 8 y 15 de diciembre donde los creyentes van a pie.


Fuente: www.hoybolivia.com

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Juegos Tradicionales


El Palo Ensebao

Este juego popular se dice que tuvo su origen en Nápoles, Italia, en el siglo XVI. Inicialmente consistía en formar, en una plaza, una pequeña montaña de tierra que representaba al Vesubio, el conocido volcán que, con su erupción en el año 1989, sepultó en ceniza volcánica y lava las ciudades romanas de Pega y Herculano, en la costa del Mediterráneo.

En el juego popular, del cráter formado en el centro del montículo, los napolitanos hacían botar salchichones, macarrones y otros comestibles, que caían por sus laderas y eran recogidos por los espectadores para cocinarlas, lo que originó su nombre.

Posteriormente, se reemplazó el montículo por un poste alto plantado en la tierra, untado con sebo y/o jabón, en cuyo extremo superior eran colocadas aves, salchichones y demás, como premio para quien alcanzara la punta. Fue algo infaltable en las fiestas de carácter popular hasta el siglo XVII.

De Italia pasó a España, ya con la última característica, donde se lo utilizó en el mismo tipo de festejos, con gran acogida por la población. Incluso llegó a ser plasmado al óleo en un cuadro por el famoso pintor español don Francisco de Goya. Con el descubrimiento y conquista de América, el juego de la cucaña llegó hasta nuestra tierra, donde perdió su nombre original para ser reemplazado por el de "palo ensebado", con el que por sus características lo bautizó el cruceño, utilizando términos del habla popular y quitando la "d" al uso corriente.

El juego del "palo ensebao" se extendió por todo el departamento y se lo practica en toda clase de festejos, ya de tipo religioso, ya en conmemoraciones cívicas, o locales de cualquier carácter. Los premios acostumbrados consisten en telas, pañuelos, botellas con licor ("trago") e incluso dinero. En la ciudad todavía se lo practica en el "Día de la Tradición".

Se utiliza un palo recto, de alrededor de ocho metros de largo sin contar la parte enterrada que mide como un metro o más, para darle fijeza; el diámetro, en la base, está entre los treinta y los treinta y cinco centímetros. En la parte superior se cruzan dos maderos horizontales que generalmente sostienen un aro hecho de bejuco, el que lleva pendientes los premios; estos consisten en pañuelos, cortes de tela, dinero, alguna botella de licor y otras cosas que signifiquen alicientes para alcanzarlas.

El palo se embadurna completamente con sebo o jabón para dejarlo lo más resbaladizo posible, dificultando la ascensión. Sin embargo, los que pretenden subir a él se proveen de maneas para los pies y llenan sus bolsillos o bolsas que llevan a propósito, con arena y ceniza, para contrarrestar o paliar el efecto del sebo. Untados con eso, brazos, manos y pies, y maneados, se abrazan al madero para trepar fuertemente abrazados a él. Muy pocos lo consiguen al primer intento, algunos lo intentan varias veces. A medida que los trepadores van ensayando, la acción del frotamiento con la arena y la ceniza hacen disminuir lo resbaladizo del palo, y el que llega a coronarlo baja cargado con el ansiado botín que tiene el doble valor económico y de triunfo sobre los demás.

Leyendas de mi tierra


El Mojón con cara

Hasta mediados del siglo XVIII la calle hoy denominada Republiquetas era de las más apartadas y menos concurridas de vecindario que había en esta ciudad. Las viviendas edificadas sobre ambas aceras no seguían una tras de otra sino con la breve separación de solares vacíos separados de la vía pública por cercos de cuguchi o follaje de lavaplatos.

Hacia la primera cuadra y con frente a la acera norte de dicha calle, vivía por aquella época una moza en la flor de la edad, bonita, graciosa y llena de todos los atractivos. Su madre la mimaba y cuidaba más que a la niña de sus ojos, reservándola en mente para quien la mereciera por el lado de los bienes de fortuna, la buena posición y la edad del sereno juicio.

Pero sucedió que la niña puso los ojos y luego el corazón en un mozo que, aparte la buena estampa y los desenvueltos ademanes, nada más tenía a la vista. Cuando la celosa mamá se hubo dado cuenta de que el fulano rondaba a su joya viviente, redobló la vigilancia sobre ésta, a extremos de no dejarla salir un paso. Pero el galán resultó tan enamorado como paciente y tan firme como tenaz en conseguir el logro de sus ansiedades amorosas. Desde por la mañana hasta por la noche, ahí se estaba en la esquina, plantado y enhiesto, a la espera de que la amada asomase al corredor o siquiera a la puerta, para cambiar con ella algún tiroteo de miradas o recibir la dulce rociada de una sonrisa.
Por aquellos felices tiempos del rey había en todas las esquinas recios troncos de cuchi, a ras de las aceras, para proteger las casas de los encontrones de un carretón o servir de señal para la línea de lo edificado. Se les daba corrientemente el nombre de mojones.
La mamá de la chica, oscilando entre el celo y el recelo, apenas veía allí al quidam, despachaba su malhumor con esta frase:
-¡Ya está ahí ese mojón con cara!.

Ignorando del mote con que la presunta suegra quería burlarse de su constancia y firmeza, el enamorado, en sus largas esperas, dio en la práctica de distraerse con el mojón, mudo compañero de sus expectativas. Con el filoso trasao que llevaba al cinto, como todos los galanes de su tiempo y condición, empezó a labrar el duro palo, con miras a darle en la parte superior la forma de una cabeza humana. Como disponía de sobrado tiempo, hizo en ello cuanto pudo.

Una madrugada de ésas, advirtió la mamá, con el natural sobresalto, que la niña había desaparecido de la casa. Creyendo hallarla en palique con el aborrecido, corrió a la esquina. Pero la mimosa no estaba allí, ni en la otra, ni en las demás esquinas, ni en parte alguna de la ciudad. Paloma con ansias de volar, había alzado el vuelo con el palomo, la noche anterior.
Pero quedaba en la esquina el mojón con la cara que la paciente mano del galán había tallado en sus horas de amante espera.

Junto con la tradición, el verdadero "mojón con cara" se conservó en la esquina de Republiquetas y René Moreno, hasta el año 1947. Un tractor de Obras Públicas que raspaba la calle, lo arrancó y arrojó en donde nadie pudo saber más de él. Para reponerlo el alcalde municipal de ese entonces, don Lorgio Serrate, mandó labrar y colocar uno parecido. Es el que hoy se levanta allí.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Fundaciones, Traslado y Fusión de las dos Ciudades


Santa Cruz de la Sierra
 
Fue fundada por Ñuflo de Chaves el 26 de febrero de 1561 en la serranía de Chiquitos, a orillas del arroyo Sutós.
Fue trasladada a Cotoca entre 1601 y 1604, este último año en el cual el fiscal de la Audiencia de Charcas, Don Fransisco Alfaro, sale con los ultimos habitantes.

San Lorenzo de la Frontera
San Lorenzo de la Frontera fue fundada por Lorenzo Suarez de Figueroa y su Teniente de Gobernacion, Gonzalo Soliz de Holguín, el 13 de septiembre de 1590 en el margen derecho del Rio Grande.
La trasladaron definitivamente a la punta de San Bartolomé las mismas autoridades (despues de permanecer en este lado del Rio Grande y Cotoca) el 21 de mayo de 1595.

Fusión de ambas ciudades
Traslado de Santa Cruz de la Sierra, de su asiento en Cotoca a la punta de San Bartolomé, en 1621, por el gobernador  Nuño de la Cueva, donde hoy se encuentra. traslado y al mismo tiempo fusión con San Lorenzo de la Frontera, que da lugar a la pervivencia histórica del nombre de Santa Cruz de La Sierra sobre el de San Lorenzo.